Transformación económica y diversificación de
exportaciones en un entorno global cambiante
Desafíos del Perú ante un mundo multipolar:
crecimiento, sostenibilidad y balanza comercial.
El 2025 está marcado por un giro económico importante
para Perú por la presión de nuevos aranceles impuestos por Estados
Unidos a partir de abril, que afectan principalmente exportaciones
agrícolas y mineras, sectores clave de la economía nacional.
Sin embargo, este escenario ha impulsado una
transformación estructural en la economía peruana, lo que refleja el vigor de
una estrategia integral para la diversificación de exportaciones y
la mitigación del impacto de la volatilidad de los precios de los minerales.
Efecto macroeconómico y
diversificación de exportaciones
Según datos oficiales del Ministerio de Comercio
Exterior y Turismo, las exportaciones peruanas mantuvieron un dinamismo notable
en 2025, con un crecimiento proyectado del 13.25 %.
Así, se alcanzó un récord histórico de aproximadamente
84,327 millones de dólares, impulsado por una combinación de factores que
incluyen precios internacionales favorables y la optimización de tratados
comerciales vigentes con más de 58 países.
Este crecimiento se logra en
medio del encarecimiento provocado por aranceles del 10 % aplicados por EE. UU.,
un destino clave para productos peruanos.
El Plan Estratégico Nacional
Exportador (PENX) 2025 enfatiza que la diversificación no solo está en la
búsqueda de nuevos mercados; sino, también, en ampliar la oferta productiva
peruana hacia sectores tecnológicos y de valor agregado, apoyándose en la
innovación y la mejora continua de la calidad y sustentabilidad de los
productos.
El sector agrícola no
tradicional, con exportaciones de cacao, paltas, arándanos y hortalizas, ha
crecido un 8,62 %, mientras que la minería crece un 15,89 % en volumen, con un
aumento significativo en metales como cobre, oro y plata, lo que evidencia una
mayor resiliencia estructural.
Contribución al PIB y
balanza comercial
El crecimiento económico peruano ha sido revisado por
BBVA Research, que proyecta una expansión del PIB de 3.1 % para 2025, motivada,
en gran parte, por las inversiones en proyectos mineros y de infraestructura,
así como el fortalecimiento del sector exportador en un contexto global
complejo.
La balanza comercial mantiene
una posición sólida, favorecida por el elevado precio de los minerales, a pesar
de los retos arancelarios. El sector agroexportador, particularmente, alcanzó
los 13 500 millones de dólares en exportaciones proyectadas para el año.
Estas cifras confirman que la
economía peruana ha seguido fortaleciendo su balanza comercial, reduciendo la
vulnerabilidad frente a shocks externos y consolidando la aportación de
las exportaciones al PIB, diversificándose más allá de la tradicional
dependencia minera.
Reducción de la dependencia
de materias primas
Los nuevos aranceles de Estados Unidos han impulsado
un debate crucial sobre la necesidad de dejar atrás la dependencia histórica de
los precios internacionales de los minerales.
Expertos coinciden en que si
bien el sector minero sigue siendo pilar fundamental, la clave para la
sostenibilidad económica reside en diversificar la canasta exportadora y
robustecer sectores con menor exposición a la volatilidad del mercado
internacional.
Carlos Posada Ugaz, director
del Instituto de Investigación y Desarrollo de Comercio Exterior (Idexcam),
advierte: "La estrategia para superar el impacto arancelario pasa por la
diversificación, innovación y consolidación de una oferta exportable
competitiva en múltiples sectores, con énfasis en la agroindustria y productos
de alto valor agregado".
Perú avanza en consolidar la
agroexportación no tradicional, que ya constituye un 23 % del total, y en
promover el nearshoring con Estados Unidos y Europa para posicionarse
como un proveedor confiable.
El nearshoring es una estrategia que consiste
en trasladar operaciones o producción a un país geográficamente cercano al país
de origen, con el objetivo de reducir costos.
Contexto geopolítico y
sostenibilidad del desarrollo
El análisis geopolítico apunta
a un entorno global marcado por una creciente polarización y un mundo
multipolar, que exige a Perú adoptar estrategias flexibles y resilientes para
asegurar un desarrollo sostenible a largo plazo.
Entre 2025 y 2030, la
capacidad del país para aprovechar megaproyectos de infraestructura, innovación
tecnológica y la cooperación regional será crítica para potenciar el
crecimiento sostenido.
El informe del CEPLAN señala
que la implementación efectiva del Plan Estratégico Nacional con visión al 2050
debe considerar no solo la diversificación económica; sino, también, la calidad
democrática, la innovación y la gestión ambiental para mantener la
competitividad.

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