La acelerada expansión de labores mineras ilegales sigue poniendo bajo amenaza de contaminación a la laguna Sausacocha, principal atractivo turístico de Huamachuco que sostiene a más de 500 familias y que incluye a más de 900 regantes en esta provincia de Sánchez Carrión, región La Libertad.
Las últimas inspecciones y los constantes conflictos en el caserío de Shiracmaca, zona de mayor concentración de labores ilegales, ha provocado que las mafias mineras vuelvan a poner en la mira a esta área reservada para seguir expandiendo sus actividades ilícitas burlando la ausencia de la Policía y a las autoridades.
Como se sabe, el caserío de Shiracmaca en Huamachuco se ha convertido en la gran guarida de los mineros ilegales quienes han sufrido una gran baja con el alejamiento del pastor evangélico Oswaldo Alva Polo. Este personaje ahora busca los intereses del pueblo a través del diálogo con la minería formal por el cargo momentáneo de agente municipal. Su deslinde es tan evidente que Jorge Espejo Moreno hay decidido mirar hacia la laguna de Sausacocha. Por eso la protesta en el referido caserío fue la cortina perfecta.
La alerta fue hecha por los pobladores del lugar al percatarse, que mientras las autoridades dirigen su atención permanente a Shiracmaca, se ha retomado el avance de la construcción de la planta procesadora de minerales La Minita S.A.C, la cual operará en el sector Chamis, a un costado de un canal que desemboca en la laguna. A inicios de año, los vecinos intentaron detener el funcionamiento de esta nueva planta procesadora porque causará graves estragos al medioambiente en esta principal zona turística.
Los moradores sindicaron al dueño de la empresa, Guillermo Gonzales, quien es cuñado del pastor evangélico Oswaldo Alva Polo, relacionado con la minería ilegal en Huamachuco. Además, con él colabora directamente un sujeto Flores Pizán, conocido como “Ekeko”, según las investigaciones realizadas, sería el que se encarga de financiar para que no se detenga el tráfico de explosivos y de cianuro que utilizan los mineros ilegales en la zona.
Incluso, habría participado en el levantamiento y traslado de los cuerpos de los mineros que murieron en el socavón de su presunto socio Jorge Espejo. El fiscal Ronald Urrutia se demoró más de la cuenta aquel día y ese tiempo fue vital para que se realizara el acto ilícito.
Según los comuneros, Guillermo Gonzales no pertenece a la pequeña minería. Este individuo tiene un gran poder económico concedido por la minería ilegal. Sus procesos judiciales lo involucran en esta ilícita actividad y también con las numerosas muertes acontecidas en los socavones. Varios de sus socios han sido sacados del REINFO por no cumplir con los requisitos y por hacer caso omiso a las sanciones disciplinarias.
Desafían a la autoridad
En tanto, Jorge Espejo Moreno, dueño de la empresa minera ilegal Minerals Doña Julia, y su socio Flores Pizán siguen robando mineral al Estado en el cerro El Toro. Cabe recordar que Espejo Moreno y sus aliados están sancionados administrativamente por la Gerencia Regional de Minería. Y además ha sido multado por la mencionada entidad al no cumplir con las disposiciones establecidas contra el cuidado del medio ambiente y medidas administrativas.
Sin embargo, Espejo Moreno, ha construido un nuevo PAD de lixiviación en Minerals Doña Julia ante la vista de todos. Ninguna autoridad ambiental, ni Fiscalía correspondiente ha procedido en forma debida contra él. La resolución de la Gerencia Regional de Energía, Minas e Hidrocarburos de La Libertad N.°001-2021-GRLL-GGR/GREMH-SGM recomienda y dispone sanciones que deberían ser ejecutadas en el acto.
Pero eso no le preocupa a él, ni a su socio Flores Pizán. Los pobladores cuestionan la inacción de la Fiscalía, y dejan entrever una cierta complicidad, que solo beneficia a los mineros ilegales para seguir operando. En Trujillo tienen a una protectora que les allana el camino.
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