• Latinoamericanos en las trincheras de Ucrania y
Sudán.
• Redes internacionales de reclutamiento y sus motivaciones.
América Latina se ha convertido en un foco de reclutamiento
de mercenarios, atraídos por altos pagos y promesas de nuevas oportunidades
en zonas de guerra.
Informes de 2025 indican que al menos cinco
unidades de mercenarios latinoamericanos, en su mayoría colombianos,
combaten actualmente en Ucrania, integrados a las Fuerzas Armadas locales
en plena ofensiva contra las tropas rusas.
El propio Gobierno de Colombia ha confirmado esta
participación y reveló la magnitud de un fenómeno que crece sin regulación
clara.
Sean McFate, experto colombiano en mercenarismo,
declaró que “emplear exsoldados de terceros países permite a los Estados
eludir responsabilidades legales y humanitarias en zonas de conflicto” y
que “cuando los capturan o matan, se les puede desconocer y negar cualquier
vínculo”.
Mercenarios colombianos en
el conflicto sudanés
En Sudán, la situación es crítica. Más de 380
exmilitares colombianos, organizados en grupos como los llamados Lobos del
Desierto, apoyan a facciones paramilitares involucradas en la crisis
humanitaria y la desestabilización del país.
La diplomacia sudanesa los acusa de crímenes de
guerra y violaciones graves del derecho internacional humanitario.
Este conflicto armado volvió a la agenda internacional
tras revelarse la participación de un grupo de soldados colombianos en
el frente de batalla. Una investigación conjunta de La Silla Vacía y The
Guardian documentó su intervención directa, su rol en el entrenamiento de
menores y su presencia en zonas marcadas por masacres y desplazamientos.
El reportaje, titulado War
is a business, describe cómo estos exmilitares, formados en años de combate
en Colombia, han introducido nuevas dinámicas en una de las guerras más
devastadoras de África.
Sus testimonios revelan que viajaron atraídos por salarios
que superan los 2 600 dólares mensuales, en medio de condiciones de
seguridad precarias en los campamentos sudaneses.
Entrenamiento de menores y denuncia internacional
La investigación también expone la capacitación
militar que estos mercenarios brindan a adultos y niños reclutados por las Fuerzas
de Apoyo Rápido (RSF por sus siglas en inglés), un hecho que salió a la luz en 2023 y que derivó en
una inédita disculpa del Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia.
Según los informes, más de 300
exuniformados habrían sido contratados por empresas privadas, presuntamente
financiadas por los Emiratos Árabes Unidos.
Sudán eleva su denuncia
ante la ONU
Sudán ha intensificado sus acusaciones contra los mercenarios
colombianos que operan en su territori. Lo acusó, ante el Consejo de
Seguridad de la ONU, por presuntos crímenes de guerra, entre ellos
ejecuciones sumarias, reclutamiento de menores y el uso de fósforo blanco.
La denuncia destaca el papel
de Emiratos Árabes Unidos, al que Sudán acusa de participar “de manera
directa” en el conflicto mediante el reclutamiento de estos contratistas
militares. Este señalamiento añade una dimensión internacional a la guerra y
aumenta la presión diplomática sobre los actores involucrados.
Riesgos y repercusiones
para la seguridad regional
Expertos en seguridad alertan sobre un efecto
boomerang para América Latina. El politólogo Víctor Gaviria advierte
que los excombatientes regresan con experiencia militar avanzada,
convirtiéndose en piezas altamente codiciadas por el narcotráfico, el sicariato
y el paramilitarismo.
Se estima que entre 2000 y 3000 exmilitares
colombianos ya participan en redes criminales transnacionales, lo que
incrementa la violencia y erosiona la estabilidad interna de varios países.
El riesgo es claro: estos conflictos externos podrían importar
violencia a los países de origen, lo que genera un círculo vicioso de
inseguridad. A ello se suma el impacto diplomático, con denuncias
internacionales por violaciones de normas humanitarias y exigencias para que
los gobiernos latinoamericanos regulen y penalicen estas actividades.
En Colombia, el presidente Gustavo Petro
impulsa desde 2025 un proyecto de ley que busca prohibir el reclutamiento de
nacionales como mercenarios, en un intento por frenar esta tendencia.
“El mercenarismo desvía
recursos del Estado y convierte a los exmilitares en 'mercancías para
matar'", afirmó el presidente.

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