Durante el foro “MIPYMES, Innovación y Desarrollo”,
organizado por el Instituto de Derechos Humanos y Desarrollo de la Universidad
de San Martín de Porres y la Asociación de Contribuyentes del Perú,
especialistas llamaron a una urgente reforma tributaria, reducción de la
burocracia estatal y descentralización del apoyo a emprendedores.
A inicios de julio se llevó a cabo el foro “MIPYMES,
Innovación y Desarrollo”, un espacio que reunió a expertos, líderes gremiales y
representantes del sector privado con un objetivo común: plantear soluciones
concretas para que las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYMES) puedan
desarrollarse de forma libre, sostenible y formal. La actividad fue organizada
por la Universidad de San Martín de Porres, su Instituto de Derechos Humanos y
Desarrollo, y la Asociación de Contribuyentes del Perú (ACP).
Durante el evento, se discutieron las verdaderas causas
que impiden el crecimiento de las MIPYMES: una productividad limitada impulsada
por la falta de acceso a tecnología, infraestructura y financiamiento, y un
sistema tributario y laboral complejo y costoso, que más que promover la
formalización, la desalienta. Por ello, se plantean las siguientes soluciones:
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Los requisitos actuales de la Sunat
para ser formales son poco realistas para las MIPYMES. Se requiere una reforma
tributaria que reconozca su realidad y las incentive a formalizarse.
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El accionar de entidades como Sunafil,
Indecopi o las municipalidades es impredecible y muchas veces abusivo,
disuadiendo a los emprendedores de ingresar al sistema formal.
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El sistema de compras públicas
representa más obstáculos que oportunidades. Se debe revisar y rediseñar los
procesos para que el Estado se convierta en un aliado del desarrollo MIPYME.
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Actualmente, las normas se hacen
pensando en las grandes empresas, lo que deja fuera a las pequeñas. Se necesita
un marco normativo con enfoque en las MIPYMES para fomentar una competencia
eficiente.
● Las MIPYMES
llegan donde el Estado no llega. Fortalecerlas es clave para activar el desarrollo
regional. Esto
requiere incentivos tributarios, infraestructura y servicios financieros
descentralizados.
●
El tamaño del Estado y su burocracia
impide la eficiencia. En 2024, la planilla estatal superó los S/ 83 mil
millones. Reducir su tamaño permitiría reorientar recursos a políticas
efectivas a favor de las MIPYMES y del sector empresarial en general.
●
Capacitar al Estado en torno a las
MIPYME es indispensable. Se propone implementar a nivel nacional un programa
transversal de formación para que los funcionarios comprendan y promuevan la
libre empresa y la libre competencia.
MIPYMES: ¿Qué
son y cómo impactan en el Perú?
Las MIPYMES son empresas que representan la columna
vertebral de la economía peruana. Se dividen en microempresas, pequeñas y medianas
empresas, y en conjunto representan a más del 94% del tejido empresarial del
país. Son generadoras de empleo, dinamizadoras de la economía local y actores
clave en zonas donde el Estado no llega con servicios ni inversión. Pero el
principal problema que afrontan es un Estado que castiga al formal.
En el Perú, existen cerca de 2.8 millones de empresas
formalmente registradas, según cifras del Instituto Nacional de Estadística e
Informática. De ese total, más del 90% son MIPYMES, según el Ministerio de la
Producción. Sin embargo, a pesar de su importancia, ComexPerú ha analizado que
más del 85 % de las pequeñas empresas opera en la informalidad, una realidad
que afecta su desarrollo y responde a un sistema tributario y laboral que
desincentiva la formalización.
Según estudios recientes, el 91.3 % de las microempresas
opera en la informalidad, muchas veces porque los costos de formalización, los
trámites engorrosos y el temor a la fiscalización excesiva hacen inviable
ingresar al sistema formal. “En el Perú, ser informal no es una decisión
cómoda, es una estrategia de supervivencia. La enfermedad no es la informalidad
sino la formalidad”, destacó José Ignacio Beteta, presidente de la ACP en el
evento.
El camino hacia
un Perú más formal y competitivo
Los expertos coincidieron en que la informalidad no se
combate con más sanciones, sino con incentivos reales y un entorno más
amigable. Cabe resaltar que el 88% de los empresarios informales afirma querer
formalizarse, pero no lo hace porque el sistema actual se lo impide, indica el
estudio “Radiografía de la informalidad en el Perú”, elaborado por Mibanco,
Ipsos Perú y Credicorp.
Simplificar los procesos, reducir costos, descentralizar
el apoyo estatal y facilitar el acceso a compras públicas son pasos urgentes
para que las MIPYMES puedan prosperar. Mientras eso no ocurra, millones de
pequeños negocios seguirán resistiendo en la informalidad, sin acceso a
financiamiento, seguros ni estabilidad.
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