Escribe: Asociación de Contribuyentes del Perú
Mientras el MEF y la SUNAT buscan
cumplir metas millonarias de recaudación, los contribuyentes formales pagan el
precio. Más impuestos para los mismos de siempre.
Mientras el Ministerio de Economía y
Finanzas (MEF), de la mano de la SUNAT, continúa subiendo y creando impuestos,
la informalidad no se reduce (+70%) y la inversión privada en el país no
despega.
En 2023, la recaudación tributaria fue de S/147 mil millones
y en 2024, de S/155 mil millones. Para 2025, la meta de la SUNAT es recaudar
más de S/177 mil millones.
Pero, ¿cómo lograrán esta meta tan ambiciosa que
presentan como buena noticia? Metiéndole la mano al bolsillo a los
contribuyentes, quitándole todos los beneficios posibles y persiguiéndolos, en
lugar de ampliar la base tributaria con medidas que impulsen una formalización
más atractiva y amigable.
José Arista, titular del MEF, es optimista al garantizar
un crecimiento económico cercano al 3% para este año y tasas de interés del 5%
o 6% a futuro gracias a la inversión privada.
Sin embargo, llegar a este objetivo será una tarea
titánica con una burocracia que asfixia a los empresarios formales y busca mil
formas para “sacarles” más dinero. Todo para sostener un presupuesto público de
más de S/253 mil millones que prioriza la inversión en el pago de planillas y
el rescate de empresas quebradas como PetroPerú, en lugar de gestionar más
inversiones.
En 2025 tendremos otro presupuesto millonario que nos
regalará mil ejemplos de mala inversión, malgasto, corrupción y devolución de
fondos.
Y para completar este cuadro lleno de incoherencias, el
presupuesto de inversión pública se reducirá en 18%, con una brecha de
infraestructura de más de USD 159,000 mil millones en todos los servicios
básicos.
Así, los contribuyentes contemplamos un problema
estructural que se agrava. Como afirma José Ignacio Beteta, presidente de la
Asociación de Contribuyentes del Perú, “la máquina recaudadora funciona
perfectamente solo para exprimir a los que ya aportan, mientras mira hacia otro
lado cuando de informalidad o ilegalidad se trata, y es cómplice de un estado
burocrático que no invierte adecuadamente nuestro dinero”.
Finalmente, las preguntas más básicas caen de maduras: la
recaudación aumenta, el presupuesto aumenta, pero, ¿se siente el contribuyente
más seguro al salir a la calle? ¿Confía en el sistema público de salud?
¿Matricularía voluntariamente a sus hijos en un colegio estatal? ¿Está contento
con el transporte público? ¿Existe justicia en Perú? Complete usted, querido lector, la
respuesta.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario