La reinstauración del sistema bicameral en Perú requiere
la urgente aprobación de los reglamentos del Senado y la Cámara de Diputados.
El proyecto más avanzado define funciones clave del Senado, pero presenta
vacíos normativos sobre votaciones. Sin reglas claras, se generan dudas sobre
su aplicación de cara a las Elecciones 2026.
La reinstauración de la bicameralidad en el sistema
legislativo peruano ha generado importantes cambios a nivel constitucional,
obligando al Congreso a adecuarse no solo estructuralmente, sino también
normativamente. En ese contexto, un tema urgente y aún pendiente es la
aprobación del Reglamento del Senado, el cual deberá regir el funcionamiento de
esta nueva cámara alta.
Si bien las modificaciones constitucionales han establecido
que el Senado y la Cámara de Diputados deben elaborar y aprobar sus propios
reglamentos, los cuales tendrán rango de ley orgánica, el actual Congreso tiene
la potestad de formular estas normas. Pero aún no se ha debatido ni aprobado
ninguno de los reglamentos.
Uno de los proyectos más avanzados y relevantes sobre el
Reglamento del Senado fue presentado en marzo de 2025 por los congresistas
Alejandro Cavero y Patricia Juárez. Este proyecto plantea funciones
fundamentales en, por ejemplo, la labor legislativa. En este sentido señala que
el Senado podrá aprobar, rechazar o modificar las propuestas normativas
enviadas por la Cámara de Diputados.
En tanto, para la función de control político incluye la
fiscalización de actos del Poder Ejecutivo, como decretos de urgencia,
legislativos y tratados internacionales. Y para la función de elección y
ratificación plantea que el Senado sería responsable de designar a altos
funcionarios como el Defensor del Pueblo, magistrados del Tribunal
Constitucional y tres miembros del directorio del Banco Central de Reserva
(BCR).
Además, el proyecto propone regular procedimientos
especiales como la aprobación de tratados internacionales y normas tributarias,
así como el procedimiento legislativo ordinario, clave para la producción de
leyes en la estructura bicameral.
Vacíos
normativos preocupantes
No obstante, el proyecto de los parlamentarios Cavero y
Juárez enfrenta cuestionamientos por algunos vacíos importantes. Uno de los
aspectos más sensibles es la falta de definición sobre el quórum y los votos
necesarios para la aprobación, modificación o rechazo de dictámenes
legislativos en el Senado.
El proyecto menciona que los dictámenes pueden ser
emitidos por unanimidad, mayoría o minoría, no se establece cuántos votos
conforman cada categoría ni cuáles serían válidos para la aprobación de normas.
La falta de un marco preciso sobre este punto crítico podría abrir la puerta a
controversias constitucionales y políticas, comprometiendo la legitimidad y
eficacia del nuevo Senado.
A medida que se acerca la implementación plena de la
bicameralidad, crece la urgencia de debatir y aprobar los reglamentos tanto del
Senado como de la Cámara de Diputados. La ausencia de estas normativas no solo
retrasa el funcionamiento del nuevo Congreso, sino que también impide que los
futuros senadores y diputados conozcan con claridad sus competencias,
procedimientos y límites.
Expertos en derecho constitucional han alertado sobre la
necesidad de establecer una hoja de ruta legislativa para implementar de manera
ordenada la bicameralidad. La transición hacia un Congreso bicameral debe estar
acompañada de reglas claras, funcionales y consensuadas para que esta nueva
etapa legislativa cumpla con las expectativas de representación, control y producción
normativa que la ciudadanía exige.
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