En los últimos tres años, los gobiernos locales acumularon la mayor cantidad de
obras paralizadas. Proyectos inconclusos que tienen un impacto directo en la
prestación de servicios a la población.
En los últimos
tres años, según la Contraloría, los gobiernos locales han dejado una herencia
costosa: más de 6,600 obras paralizadas que juntas suman más de S/ 90 mil
millones en proyectos inconclusos.
● En 2022, se reportaron 1,879 proyectos
detenidos, con un costo total de S/ 21,595 millones.
● En 2023, la cifra aumentó a 2,298 obras,
acumulando un costo de S/ 26,992 millones.
● Y en 2024, se alcanzó un nuevo récord:
2,476 proyectos paralizados, por un valor de S/ 43,118 millones.
Esto no solo
revela un crecimiento constante en el número de obras abandonadas, sino también
una alarmante acumulación de recursos públicos que no se traducen en mejoras
reales para la población.
CARENCIA DE UNA GESTIÓN EFICIENTE
El gran número de obras paralizadas en estas zonas se debe a deficiencias en la
planificación y capacidades técnicas de las municipalidades. Según el Registro
Nacional de Municipalidades (RENAMU), en 2024, el 55% de municipalidades
informó que requería asistencia técnica, mientras que el 57% necesitaba apoyo
en la evaluación de proyectos. Según ComexPerú, estas carencias de gestión
tienen un impacto directo en el aumento de obras paralizadas.
Pero no
hablamos de obras paralizadas o con retraso reciente, sino de proyectos que
acumulan años en el abandono. Según el Consejo Privado de Competitividad (CPC)
los gobiernos locales acumulan un total de 2,222 proyectos con retraso mayor a
100 días. No solo hablamos del retraso existente en la implementación de
servicios necesarios, también del incremento en el costo de la obra.
PROYECTOS ATRAPADOS EN EL TIEMPO
En 2012, por
ejemplo, se aprobó la ampliación, renovación y mejoramiento del servicio de
agua potable en la provincia de Caylloma, Arequipa. La obra iba a beneficiar a
cerca de 10 mil habitantes de la zona con la mejora del sistema de agua potable
en viviendas urbanas. Sin embargo, la obra se paralizó en 2022 con un avance
físico del 65% y registra un sobrecosto de S/ 20 millones. Es decir, han pasado
14 años y aún la obra no ha sido entregada.
El alto número de
obras paralizadas es un llamado urgente al Estado: fortalecer las capacidades
técnicas de sus funcionarios. Si sumamos una carente planificación, evaluación
y ejecución de proyectos, el resultado de la suma será recursos estancados en
procesos ineficientes que no generan impacto en la ciudadanía. Superar estas
falencias es clave para garantizar que cada sol invertido se traduzca en
infraestructura útil y servicios de calidad.
IMPUESTOS SUBEN, SERVICIOS QUE NO LLEGAN
Cada año,
los contribuyentes pagan más impuestos con la esperanza de ver mejoras
tangibles en su calidad de vida. Sin embargo, ese dinero termina atrapado en
obras abandonadas, proyectos mal diseñados o procesos que nunca culminan. Se
desperdician miles de millones de soles que podrían estar construyendo
escuelas, hospitales, caminos o sistemas de agua potable. No se trata solo de
ineficiencia, sino de una profunda injusticia que perpetúa la desigualdad
estructural en los gobiernos locales.
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