Más de 3 millones de estudiantes verán retrasado su ingreso a las aulas debido a la ineficiencia del sistema educativo. La falta de inversión en infraestructura escolar agrava las desigualdades y aumenta el riesgo de deserción, mientras el Estado sigue sin priorizar una educación básica de calidad.
Debido a las fuertes precipitaciones
registradas en la capital peruana, el Estado anunció que las clases en Lima
Metropolitana y Lima provincias se postergaron hasta el 20 de marzo. Esta
decisión, lejos de sonar como un acto preventivo, afecta a más de 3 millones de
estudiantes que retrasarán el ingreso a las aulas por la ineficiencia de un
sistema educativo que, desde hace varios años, demostró que la educación de
niños y adolescentes se encuentra en el último eslabón de su cadena de
prioridades.
El abuso de la educación virtual por parte del Estado
peruano afecta directamente la calidad educativa y profundiza las desigualdades
sociales, además, la ausencia prolongada de las aulas no solo perjudica su
aprendizaje, sino que también eleva el riesgo de deserción escolar.
Con una brecha de infraestructura
educativa de S/ 158,832 millones y el 16.2% de los colegios en riesgo de
colapso hasta diciembre de 2024, la pregunta cae de madura: ¿en qué invierte
nuestro dinero el Estado en lugar de brindarle a los niños y adolescentes una
educación básica regular de calidad?
PANORAMA REGIONAL
La brecha de infraestructura educativa
se agudiza en regiones, pese a que Lima ocupa el primer puesto de la lista con
una inversión necesaria total de S/19,983 millones. Cajamarca (S/15,571
millones), Loreto (S/11,913 millones), Puno (S/10,598 millones), Piura
(S/9,637), Junín (S/9,113 millones) también son regiones con la brecha de
infraestructura educativa más alta a nivel nacional.
Según datos del Censo Educativo del
Minedu, el 16.2% de colegios públicos a nivel nacional se encuentran en riesgo
de colapso al presentar un deterioro extremo de su infraestructura. Solo en
Lima, el 27.3% de instituciones educativas públicas se encuentran en condiciones
críticas. Puno (24.3%), Cusco (20.1%), Apurímac (19.7%), Ayacucho (18.4%),
Junín (17.7%), Ancash (17.4%), Madre de Dios (17.2%), Ica (17.1%) y Tumbes
(16.7%) le siguen en la lista.
Según
cifras del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), el presupuesto destinado a
la infraestructura y el equipamiento de los colegios alcanzó los S/ 1,429
millones en 2024. Los Gobiernos regionales recibieron el 41.3% (S/ 590
millones) y ejecutaron el 87.8% a diciembre de 2024; mientras que, los
gobiernos locales, administraron el
32.8% (S/ 468 millones), pero solo ejecutaron el 65.1%.
Si
trasladamos la mirada a regiones, podemos observar que Tacna ejecutó el 99.6%
de su asignación total (S/ 40 millones). En la misma línea, le sigue Madre de
Dios, que ejecutó el 98.9% de su presupuesto (S/ 25 millones), mientras que
Junín logró ejecutar el 97.6% de sus fondos (S/88 millones). Pero no todo es
color de rosas, debido a que los departamentos con la menor ejecución
presupuestaria fueron Pasco (34.8% o S/ 3 millones), Huánuco (39.4% o S/ 6
millones) y Huancavelica (46.8% o S/ 6 millones).
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